Autor: LaVoz.com
Fecha de publicación: 4/2/2009
El contrato que en abril del 2002 firmaron el entonces presidente de Sogama, Luis Mingo Reiz, y el responsable de Danigal, la empresa encargada de la gestión de la planta de Sigre, no contempla en ningún momento la incineración de los residuos. Según consta en el acuerdo, Danigal se comprometía a recoger los residuos depositados en los contenedores de Sigre ubicados en farmacias de toda España y a entregárselos a Sogama con el objetivo de que la sociedad realizase «la gestión de los mismos».
La planta cercedense de Sigre, única en España, fue inaugurada en abril del 2003 por la entonces ministra de Sanidad, Ana Pastor; el ex conselleiro de Medio Ambiente, José Manuel Barreiro, y el ex responsable de Sanidade, José María Hernández Cochón. En ese momento, los responsables de Sigre explicaron que los restos de medicamentos y las fracciones de material no reciclable se depositaban en un contenedor cuyo destino final era la planta de valorización energética de Sogama, «donde se utilizan como combustible para la producción de energía eléctrica». Sin embargo, este punto nunca fue incluido en el contrato y tampoco podría haberse llevado a cabo porque el complejo medioambiental de la sociedad no estaba técnicamente preparado para procesar ese tipo de residuos. Por eso, según explican los actuales responsables de Sogama, «o único destino posible era o vertedoiro controlado de Areosa».